El peeling facial con ácido mandélico es un tratamiento que modifica la textura de la piel del rostro para mejorar la apariencia de manchas, disminuir el exceso de sebo y controlar afecciones cutáneas como el acné. A diferencia de otros peelings, la terapia con ácido mandélico es menos abrasiva y causa una irritación menor, razón por la cual es recomendada en personas de piel oscura o con rosácea.

En Inout sabemos lo mucho que te gusta cuidar tu rostro y ofrecerle los mejores tratamientos para que luzca sano y uniforme, por esta razón te explicamos detalladamente en qué consiste el peeling facial con ácido mandélico y cuáles son sus beneficios.

¿Qué es el peeling facial con ácido mandélico?

El peeling es una técnica de exfoliación de las capas superficiales de la piel que se lleva a cabo aplicando sobre el tejido una sustancia determinada que actuará eliminando las células muertas de la epidermis con el objetivo de ofrecer una piel nueva y renovada. Esta técnica es muy recomendada para tratar el acné y las manchas del rostro causadas por la exposición solar, cambios hormonales o determinadas afecciones dermatológicas.

El peeling facial con ácido mandélico es una exfoliación de la cara que se lleva a cabo a través de la aplicación de dicho ácido en la piel, el ácido mandélico.  Esta sustancia es una derivada de la almendra amarga y sus moléculas son mucho más grandes que las de los ácidos láctico o glicólico, lo cual hace que penetren menos en la piel y, por lo tanto, sean menos abrasivos.

Además, el ácido mandélico es una sustancia antibacteriana que permite limpiar y desinfectar la piel, ofreciendo una gran mejoría a las personas que sufren de acné, pues cuanto más limpios están los poros menos probabilidades hay de que se formen comedones derivados de las impurezas y células muertas. Asimismo, debemos recordar que el acné es una afección que está muy relacionada con el exceso de producción de sebo por parte de las glándulas sebáceas y  con este peeling se logra disminuir el exceso del mismo en el tejido para controlar la piel grasa y el acné.

Beneficios del peeling con ácido mandélico

La acción del ácido sobre la piel puede ofrecer distintos beneficios dependiendo de la concentración que se utilice. Por lo general se utiliza ácido mandélico al 25%, cantidad suficiente para notar cambios favorables en el tejido, tales como:

• Exfoliar las capas superficiales de la piel.
• Ofrecer a la piel un tono uniforme.
• Mejorar el aspecto de manchas, incluso de aquellas que son muy oscuras.
• Combatir la formación de nuevas espinillas.
• Mejorar el acné inflamatorio y quístico.
• Rejuvenecer e hidratar la piel.
• Reparar el tejido maltratado por los rayos solares.
• Limpiar la piel de impurezas y células muertas.
• Mejorar el aspecto de las líneas de expresión.

Por ser de acción menos abrasiva que otros tipos de peeling, este tratamiento se recomienda para pieles sensibles con rosácea o dermatitis. Asimismo, el ácido mandélico ofrece mejores resultados para tratar el acné que otros ácidos como el láctico o el glicólico. A diferencia de otras terapias, este procedimiento no causa la despigmentación de la piel y los beneficios de la exfoliación te dejarán un rostro envidiable.

En qué consiste el peeling facial con ácido mandélico

Para llevar a cabo este tratamiento se aplica sobre el rostro limpio la cantidad de ácido mandélico que ha decidido emplear el especialista junto con una sustancia neutralizante y rica en proteínas naturales que ayudará a calmar la piel durante la acción del ácido. Después de la aplicación del ácido se procede a colocar en el rostro un cóctel de serum que puede contener colágeno, elastina, ácido hialurónico o circus. Las sustancias a aplicar dependerán de las necesidades de cada paciente.

Por último, se aplica una mascarilla con efecto calmante, descongestionante y reparador. Como resultado se observa una piel mucho más hidratada, suave y brillante; sin embargo, los resultados definitivos se observarán con el paso de los días, pues el ácido mandélico necesita su tiempo para trabajar, así que al cabo de una semana se podrá apreciar mejor el efecto de esta terapia sobre el rostro. Asimismo, dependiendo del estado del tejido de la persona y el objetivo con que se ha realizado el peeling, existe la posibilidad de que sea necesario realizar más de una sesión y, en estos casos, se deberá esperar tres semanas entre tratamiento y tratamiento.

Una vez que ha terminado la aplicación del peeling, que suele durar entre 30 y 45 minutos, la persona puede seguir su vida como de costumbre. Por lo general la piel se presenta enrojecida y escamosa durante un máximo de tres días, pero dichas consecuencias pueden disimularse con maquillaje y no sugieren ningún tipo de reposo. Eso sí, el uso de protección solar es indispensable.

En Inout contamos con un equipo de especialistas en el cuidado de la piel, así que no dudes en contactarnos si tienes alguna duda o necesitas más información sobre el peeling con ácido mandélico. ¡Estamos para asesorarte!